Cosas mejorables
febrero 17, 2021 Desactivado Por omarjuarez555El sin sabor que me dejó el fin de semana en Bahía Blanca es difícil de describir en palabras, pero les cuento resumidamente lo ocurrido esperando se mejore para próximos eventos.
Intento hacer que cada ves que emito una opinión esta sea con un sentido constructivo y por sobre todas las cosas tratar de que sea desde el punto de vista de ver el vaso medio lleno. Pero lo que me tocó vivir este fin de semana en el autodromo Ezequiel Crisol de Bahía Blanca fue un episodio que por suerte ha sido el único en mis casi 20 años haciendo fotografía deportiva y realizando la revista Meta. Voy a tratar de resumir lo mas posible lo sucedido. Un mes antes de la carrera comencé a indagar a la FEPAD sobre las reglamentaciones y protocolos para el evento luego de que estuviéramos un año de receso obligado y de que además volvíamos a la actividad en un circuito que había estado inactivo por muchos años. Como éstos no tenían información, intenté comunicarme con las autoridades del autodromo infructuosamente ya que las mismas se encontraban de vacaciones pero como la FEPAD me había dicho que no había modificaciones importantes y que lo único que debía de llevar era una declaración jurada por el COVID-19 (que nunca me la solicitaron) simplemente me limité a ir a cubrir el evento, con muchas ganas de volver a ver amigos y sentir el ronronear de los motores del Zonal 2000 y los del Supercar.De todos modos y como hago cada ves que voy a un autodromo que no es el nuestro y para poder desarrollar mi actividad, sin entorpecer las de los demás actores del evento, le hago la consulta al Comisario Deportivo, Diego Sánchez, sobre cual serían los lugares vedados para mi dentro del trazado. El mismo me responde que debía dirigirme a los señores Gustavo Altuna (padre) o a Facundo Altuna (hijo), encargados del circuito, pero que también debía de hablar con el Director de la Prueba el señor Nicolas Pizarro. No me fue posible contactar a los Altuna entonces me dirigí al Director de la Prueba, quien me manifiesta que debía desarrollar mi actividad desde la terraza de boxes o desde afuera del alambrado perimetral. Se imaginarán mi sorpresa, en ningún lugar del país se me negó jamás el ingreso a pista. Interpelado sobre las razones de esta negativa me dice que él no tenía modo de asegurarme en pista que no tuviera un accidente y que si eso pasaba el perjudicado era el autodromo. Algo que todos sabemos y que para eso existen los seguros. Como él parecía estaba enfrascado en sus tareas, y que por lo poco que pude apreciar parecían sobrepasar sus habilidades, intenté volver a hablar con los Altuna, pero se encontraban en zonas muy alejadas del trazado. Volví a hablar entonces con el Comisario Deportivo y este intervino ante el Director de la Prueba y pude ingresar con algunas limitaciones, las cuales me parecieron razonables y que medianamente me resolvían una cierta variedad de material fotográfico.
Luego de las actividades me encuentro con colegas que me manifiestan que la poca libertad que habíamos tenido para trabajar se iba a ver mas limitada el dia Lunes por lo que nos agrupamos y conversamos con los Altuna que de manera correcta, amable y muy gentil nos escucharon, y nos dijeron que las mismas condiciones que habíamos tenido el domingo las íbamos a tener el lunes. Nos retiramos y el dia lunes y en base a esa reunión simplemente me dirigí a hacer mi labor desde el punto acordado anteriormente. Pero para mi sorpresa e instantes antes de ponerse en marcha la primera serie del Zonal 2000 se acercó en un cuatriciclo un colaborador del Director de la Prueba que de modo muy poco amable a los gritos y de manera poco respetuosa me pidió que me subiera al cuatriciclo que me iba a sacar del circuito. En definitiva y resumiendo no fui el único que se sintió maltratado, ninguneado y que me tuvieron a las idas y venidas todo el fin de semana imposibilitándome desarrollar normalmente mis actividades que no solo se limitan a realizar fotografías. Tampoco fue la única falencia que encontré, hubo muchas y muy variadas quejas sobre el estado en general del autodromo que fue remodelado y que seguramente van a ser pulidas con el pasar del tiempo. También sería importantísimo el tener un serivicio de WIFi. Algo tan básico para estos tiempos y que hizo que la comunicación entre los diferentes actores del evento no fuera lo fluida que debía ser y que limitó enormemente mis actividades mal acostumbrado al gran servicio que tenemos en La Pampa.La única función real que espero para hacer esta publicación es hacer que mi comentario llegue a oídos de los encargados de organizar un evento de estas características, para que cuando establezcan las normas de conducta y procedimientos que todos los actores de un evento debemos tener en cuenta lo hagan y comuniquen con antelación, lo que en la jerga del automovilismo se conoce como “meeting”. Entonces yo que ya había preguntado como iban a ser los procedimientos un mes antes, puedo decidir si quiero, puedo o no me conviene hacer 450 kilómetros para cubrir un evento.